Para mi, fue la primera parada en el recorrido en la búsqueda del Faraón Hereje,: Akhenaton. Para llegar al pequeño poblado al píe de donde se hallan las primeras tumbas de ese periodo, hay que cruzar El Nilo, y no precisamente en un ferry de lujo para turistas, sino en uno viejo y desvencijado, una vez allí y previo control de policía, puedes subir hasta las tumbas acompañado por un "guía" que no habla nada más que árabe y un par de policías de escolta, Las tumbas son muy interesantes y en dos de ellas, hay unas pinturas, de un deporte que era muy popular entre los egipcios y al que podríamos confundir con la lucha greco-romana. Lamentablemente la prohibición de hacer fotos en el interior, era muy estricta y no pude conseguirlo ni con la insinuación de la "sacrosanta" propina egipcia.
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