Cuando hace unos mil años los vikingos provenientes de Noruega, siguiendo sus costumbres, antes de llegar a tierra, desde el barco soltarondos palos para que los dioses les indicaran el mejor para fundar la colonia. Al llegar a tierra, en una verde campiña y con tierra rica no encontraron rastros de los palos, mandaron expediciones a buscalos y los encontraron en La Bahia de los Humos (o nieblas) Reykjavik, no lo entendieron, pero hicieron caso a los dioses. En 1.993 bajo del glaciar, hubo una erupción volcanica, que fue fundiendo la parte inferior del glaciar, hasta que dos meses después de comenzar , rompio la superficie del glaciar arrastrando la tromba de agua todo lo que encontró a su paso, exactamente por donde desembarcaron y hubiesen querido quedarse.
El glariar es Vatnajokull de un tamaño semejante a la Isla de Corcega y esta es en la zona por la que se abrió. La zona se conoce como Kirkjubaejarklauster.
Lo que como decía es fácil ver la interrelación existente entre el agua, el cielo y la tierra.
Como curiosidad, y aunque hará falta algún referente para el tamaño, aquí se puede quedar una de las vigas del puente, las piezas son de algo mas de metro y medio.