Santa Catalina, es quizás el barrio con más personalidad de Palma, era una amalgama de zona industrial y marinera, y de su pujanza se desarrollo con bastante ímpetu el movimiento modernista, no tan exclusivista como el desarrollado en el Gran Hotel, pero integrado en la vivencia cotidiana de la gente. Actualmente la industria fabril ha desaparecido y la vida se vertebrado principalmente en en dos ejes. Uno en torno al Mercado Municipal con establecimientos muy activos de restauración y otro que continua como residencia de pescadores en la zona del Jonquet. Está zona, está siendo causa de polémica por los proyectos municipales de restauración, pero todo el barrio se ha revalorizado y es objeto del deseo de múltiples residentes comunitarios atraídos por su singularidad, carácter y belleza.
